Una niña en su infancia sostiene cubiertos (una cuchara y un tenedor) frente a su cara, con platos borrosos y una mesa al fondo.

USO DE LOS CUBIERTOS EN LA INFANCIA

Estimados lectores, a nuestro gabinete vienen muchos padres preocupados por las habilidades manipulativas de sus hijos. Por este motivo, en este artículo os vamos a explicar el desarrollo de los agarres.

Un agarre ineficiente puede afectar de manera negativa al control de los movimientos, lo que provoca en los niños mala letra, necesidad de emplear más tiempo, cansancio, molestias… en resumen: POCO INTERÉS O EVITACIÓN POR UNA ACTIVIDAD QUE FORMA PARTE DE SU VIDA DIARIA , por eso es tan importante FOMENTAR EL DESARROLLO DE UN AGARRE MADURO Y EFICIENTE.

Una forma de estimular esta habilidad y la motricidad fina desde muy pequeños es dejando que los niños comiencen a utilizar los cubiertos desde edades muy tempranas.

Muchos padres por miedo a que se ensucien, por falta de tiempo o porque temen que se autolesionen siguen dándoles de comer incluso con 5 o 6 años. Si vemos que el niño quiere utilizar los cubiertos imitando lo que ve en los adultos o niños a su alrededor hemos de permitirlo, y dejarles, con nuestra supervisión, que vayan adquiriendo esta habilidad progresivamente.

Los agarres en el niño tienen una evolución, siguiendo unos hitos de desarrollo, como todas las capacidades motoras, cognitivas, de lenguaje o sociales, que el niño va alcanzando.

En esta actividad influye la lateralidad, que es el predominio funcional de un lado del cuerpo humano sobre el otro, establecido por la preponderancia de un hemisferio cerebral. Existen diferentes dominancias para brazo, ojo, mano, pierna estática, pierna dinámica y oído.

Habitualmente, la dominancia se instaura entre los 2 y los 6 años de edad y antes de que esto suceda nos referimos a ella como lateralidad sin definir, de manera que utiliza cada lado del cuerpo indistintamente para realizar las acciones.

El primero de los hitos referente a este aspecto es en la vigésima semana de gestación, cuando el bebé adquiere el reflejo de prensión, que durará aproximadamente hasta los 6 meses de vida, convirtiéndose más tarde en un acto voluntario. Posteriormente iremos encontrando los siguientes agarres.

 

1 AÑO:           

 

Entorno al año o año y medio el niño comenzará a agarrar los cubiertos en forma de puño, apareciendo así la presa cilíndrica. De manera que utilizará toda la mano para realizar el agarre, y realizará el movimiento sin mucha precisión, ya que será un movimiento global del miembro superior, es decir, moverá hombro y brazo para mover la mano.

2 AÑOS

A esta edad aparecerá la presa digital pronada, en la cual los dedos sujetan la cuchara o el tenedor. El hombro comienza a ser más estable y los movimientos proceden del codo y antebrazo, siendo un agarre estático.

 

3 AÑOS

                     

Aproximadamente a los 3 o 3 años y medio de edad, comenzará a usar la pinza cuadripode, de manera que los cuatro dedos intervienen en el agarre del cubierto. El movimiento procede de la muñeca y la mano, y hay mayor estabilidad de hombro y codo. Inicialmente es un agarre estático aunque puede evolucionar y convertirse en dinámico.

 4 AÑOS Y MEDIO

 

 

Es entonces cuando aparece la pinza trípode y la estará perfeccionando hasta los 7 años. En ella participan el dedo pulgar, índice y corazón. En un principio los tres dedos funcionan de manera unitaria, pero posteriormente madurará hacia una pinza trípode dinámica. El niño utilizará la cuchara y el tenedor correctamente y podrá comenzar a utilizar el cuchillo en alimentos blandos.

 

 

5-6 AÑOS

Cerca de esta edad ya deben ser capaces de controlar el uso de todos los cubiertos, aunque hay veces que presentan algo de dificultad en la coordinación del tenedor y el cuchillo.

Si no permitimos que los niños vayan siendo autónomos en este aspecto acorde con su edad, podemos estar interfiriendo en su desarrollo motor fino, dificultando así el fortalecimiento de la musculatura de la mano que interviene también en la escritura.

No todos alcanzamos un agarre perfecto, pero sí debe ser funcional.

 

Autora: Ana Isabel Aragó Miñana

Fisioterapeuta Col. 41- 1765

Experta universitaria en psicomotricidad.

Formación en fisioterapia respiratoria.

Postgrado de terapia ocupacional en atención temprana.