Cuatro niños se reúnen alrededor de una mesa con un proyecto de ciencias que involucra cables conectados a limones, fomentando la autoestima mientras colaboran y fortalecen su amistad.

TEL, AUTOESTIMA Y AMISTAD

Desde que nacemos, estamos en contacto con el mundo que nos rodea y con las personas que vive en él. Nos ayudamos entre nosotros, nos divertimos juntos, nos ayudamos cuando tenemos un problema, compartimos intereses. Los niños, también tienen estas necesidades de relación con sus iguales. Les gusta estar con otros niños y niñas y aprenden a ser flexibles, a compartir, aprenden nuevas perspectivas y nuevas habilidades.

 

Desde la escuela, los niños aprenden a trabajar de forma cooperativa y esto es necesario para un correcto desarrollo. Hacen amistades y esto hace que tengan mejor autoestima. Sin embargo, vivimos rodeados de muchas personas y debemos decidir cuáles van a ser nuestras amistades. Seleccionar amistades depende de la etapa del desarrollo en la que nos encontremos. Los niños y niñas más pequeños escogen a sus amigos por proximidad, es decir, los que están más cerca de ellos, por ejemplo, el niño o niña que tiene al lado o que juega con el o ella. Cuando van creciendo, buscan amigos que tengan intereses similares y los adolescentes buscan amigos con los que comparten sentimientos.

 

Algunos niños tienen más facilidad para hacer amistades, mientras que a otros no les resulta tan fácil. Por ejemplo, los niños o niñas agresivos tienden a ser menos populares o menos aceptados, que los niños que ayudan a los demás. Una forma de relacionarnos con los demás y hacer amigos, es a través del lenguaje o del habla. Hacemos un amigo o amiga cuando hablamos con el o ella. Sin embargo, a los niños con trastorno del lenguaje les cuesta más participar en una conversación. Esto hace que participen menos en interacciones sociales con otros niños y, en el caso de que tengan relaciones de amistad, no siempre son de buena calidad, generando en muchas ocasiones problemas de conducta o de comportamiento.

 

Los niños y niñas con trastorno del lenguaje son un blanco fácil para las burlas y en la adolescencia suelen tener una opinión negativa de ellos mismos. Si le preguntamos a un niño de ocho años si prefiere jugar con alguien seguro de si mismo o con alguien triste y deprimido, van a elegir la primera opción. Los niños y niñas empiezan a tener dificultades en el lenguaje que más tarde se traduce en dificultades sociales y una autoestima baja, así como también se reducen las oportunidades para usar el lenguaje. Por lo tanto, para un niño con TEL es más difícil hacer amigos y mantenerlos. No es imposible, pero es más difícil.

 

En un estudio realizado sobre la amistad en adolescentes de Manchester, Reino Unido, se compara la calidad de las relaciones en adolescentes con y sin TEL. Los resultados de este estudio muestran que, en general, los adolescentes con TEL tienen peores relaciones con la gente que conocen y tienen menos amigos con los que comparten intereses. En este estudio se evaluó la comprensión y expresión del lenguaje a los 7 años. Tanto en comprensión como en expresión, los resultados eran inferiores en los niños y niñas con TEL y se obtuvieron los mismos resultados a los 11 y a los 16 años. Así, la capacidad de comprensión que tiene el niño a los 7 años es un predictor del desarrollo social en los años posteriores.

 

La identificación temprana de un niño o niña con TEL es importante de cara a su desarrollo social y personal, no sólo del lenguaje en sí. Es importante desarrollar las habilidades lingüísticas de comprensión y expresión lo antes posible, aunque, como ya hemos comentado, no es lo único sobre lo que debemos intervenir. El entrenamiento en habilidades sociales también es necesario para ayudar al niño en su desarrollo personal y de su autoestima.

 

Que existan dificultades en el lenguaje no quiere decir que existan también problemas a nivel social. Estas dificultades en el lenguaje son diferentes en cada niño o niña, igual que sus habilidades sociales. Hay niños con TEL que son populares entre sus compañeros y tienen buenos amigos. Según el estudio anterior, el 60% de los adolescentes con TEL tienen unas buenas relaciones de amistad y debemos establecer como objetivo que el 100% de los niños con TEL desarrollen estas relaciones de amistad.

 


Sobre la autora:

Asunción Navajas Santos.

Logopeda. Col/29-1282

Máster ABA. Análisis aplicado de la conducta en autismo y otros trastornos del desarrollo.

Técnico educación infantil.

Actualmente cursando el Máster de Neuropsicología