Como comentamos en el artículo anterior, vamos a exponer algunos de los signos de alerta en el desarrollo del lenguaje de los 0 a los 6 años.
De los 0 a los 12 meses se conoce como la etapa prelingüística. Como factores de riesgo en esta etapa podemos observar que la succión es deficitaria. En las primeras semanas de vida tienen problemas para tragar los líquidos, aunque hay que señalar que no todos los niños que se atragantan tienen problemas del lenguaje. Es característico de estos niños un llanto débil (entre los 3 y 4 meses). No sonríen ante caras a partir de los 3 meses y no imitan o producen sonidos ni voces familiares.
Es una característica muy típica que, cuando tienen que localizar la fuente sonora o responder cuando los llamas, no responden. Son niños muy tranquilos y silenciosos.
Estas dificultades para responder a estímulos auditivos, más adelante puede desembocar en una dislexia, por lo que si actuamos pronto en la edad preescolar podemos evitar algunos problemas. No balbucean, alrededor de los 8 meses, o el balbuceo es muy pobre. Uno de los signos que más preocupa es que no utilicen gestos, por ejemplo, para decir adiós o las palmitas. A veces pasa que el niño si hace gestos e imita, pero se produce una regresión. Es decir, ha habido una evolución en el lenguaje, pero el niño vuelve a estadios más iniciales o pierde habilidades.
Entre los 1 y los 2 años no han aparecido las primeras palabras, hay poco balbuceo y poca variedad de sonidos (llama ¨ta¨ a todo). En este caso hay que decir la palabra correctamente al niño y que lo pida, no darle el objeto directamente. El niño empieza a ser consciente de sus dificultades, por lo que no debemos darle mucha importancia para que no se sienta diferente. Otra característica es que no comprenden una situación familiar sin apoyo gestual (no comprenden los nombres de familiares y no responden ante ellos). No utilizan gestos para saludar o para decir adiós. No responden a su nombre y prefieren utilizar gestos en lugar de palabras. Hay que intentar poco a poco que el niño pida las cosas mediante el habla y no con gestos como señalar lo que quiere. Alrededor de los 2 años no combinan palabras.
A los 3 años no hay palabras y el habla es ininteligible. Es una de las características que más observamos. Cuesta mucho entenderlos, se dan cuenta y se frustran. No hace combinaciones de palabras y tiene un lenguaje ecolálico, repite todo. Hay una falta de interacción con los demás, afectando a la relación con otros niños. El juego suele ser restringido y repetitivo. Le gustan los juegos manipulativos (coches, muñecos, animales, dinosaurios, aviones, etc.). Les cuesta controlar el babeo o sale mucha saliva cuando soplan y a veces también tiene dificultades de masticación. Suelen ser niños en los que se prolonga el uso del biberón. En estos niños una situación comunicativa crea frustración, no quieren hablar. A veces no quieren ir a sitios donde hay mucha gente: cumpleaños, fiestas, etc., sobre todo a los 4 años.
A los 4 años sigue presentando habla ininteligible, porque no escuchan los fonemas: en vez de ¨pato¨dice ¨ato¨ que es lo que escucha; cada vez que decimos la /p/ él oye la /t/. Hablan sólo con verbos, no utilizan nombres ni adjetivos, cuando deberían estar aprendidos los pronombres. Con 4 años un niño debería estar hablando con normalidad, y siguen omitiendo tanto sílabas como fonemas.
A los 6 años hay varios sonidos que no articula correctamente. Si no se han trabajado estas dificultades antes de los 5-6 años, es un reaprendizaje costoso. Como a los 5-6 años ya se ha desarrollado algo de lenguaje, es más complicado. Es una época difícil porque pasamos de infantil a primaria. Los niños que llegan a primaria con problemas de pronunciación se quedan callados la mayoría de las veces, tanto en el colegio como en casa. El niño tiene problemas de autoestima, piensa que no puede hacer una tarea, ¨mis amigos se comunican entre ellos y yo no¨…; aunque sean capaces de emitir una frase, presentan errores para estructurarla. El uso de los verbos suele ser muy difícil. Si no entiende lo que explica el profesor, se aburre y si se aburre, deja de prestar atención. Prefieren los cuentos de forma oral. Ante preguntas como ¨¿Qué has hecho hoy?¨o ¨¿Cuándo…?¨, presentan dificultad para comprenderlas y para contestarlas.
Para tratar a un niño con problemas de lenguaje es importante hacerlo desde un equipo multidisciplinar, siendo los padres muy importantes.
Es muy importante trabajar discriminación auditiva en la etapa preescolar para prevenir dislexia, concretamente fonológica. El niño que a los 4 años no recuerda la letra A, cuando se la hemos enseñado el día anterior, es signo de alerta. Tienen dificultad para comprender conceptos espacio-temporales (comprenden cuando es de día y cuando es de noche, pero no las horas). También podemos encontrar niños con dislexia sin errores en el habla y buenas habilidades sociales. La dificultad está en la conversión grafema-fonema.
Sobre la autora:
Asunción Navajas Santos.
Logopeda. Col/29-1282
Máster ABA. Análisis aplicado de la conducta en autismo y otros trastornos del desarrollo.
Técnico educación infantil.
Actualmente cursando el Máster de Neuropsicología