Un niño con autismo tirado en el suelo usa un casco de realidad virtual y contempla una esfera digital abstracta y brillante en la sala de estar.

REALIDAD VIRTUAL EN AUTISMO

Uno de los aspectos clave en las personas con Autismo es la dificultad social. Es una prioridad mejorar su comprensión a nivel social, por lo que las últimas investigaciones para crear terapias y programas de intervención en Autismo, se centran en mejorar esta área. A través de la intervención temprana en estos niños se pueden conseguir avances en la comprensión social y en el comportamiento en estas situaciones sociales.

 

Según la investigación de la Dra. Sarah Parsons, la tecnología de la realidad virtual puede ayudar a mejorar las habilidades sociales de los adolescentes con Autismo.

Las últimas investigaciones han demostrado que los ordenadores facilitan el aprendizaje de las personas con TEA. Pueden mejorar el vocabulario, aprender las emociones y facilitar la resolución de problemas sociales.

Los entornos virtuales consisten en simulaciones de entornos reales o imaginarios. El adolescente con Autismo puede moverse por calles o lugares de la casa a través de la pantalla de su ordenador, interactuando con personas o con objetos.

 

A pesar de que pueda parecer contraproducente sumergir a personas con Autismo en un mundo virtual, aquí pueden controlar y manipular las interacciones que en el mundo real les resultan muy difíciles de comprender, para después generalizarlas. Según la NAS (National Autistic Society), ¨la característica más importante de la Tecnología de Realidad Virtual es la seguridad. Ante todo, la Realidad Virtual ofrece un entorno seguro de aprendizaje en el cual las personas pueden cometer errores que podrían acarrear peligros físicos o sociales en el mundo real” (NAS, 2001).

Actualmente, son muchos los recursos virtuales y tecnológicos que se utilizan en la educación de niños con Autismo. Sin embargo, es necesario también que comprendan que el entorno virtual es algo que simula la realidad y que, a través de estas simulaciones, pueden aprender estrategias que luego pueden poner en práctica en su vida real. Si no comprenden esta relación, la posibilidad de facilitar el aprendizaje de las habilidades sociales sería limitado.

El objetivo de este campo de investigación es demostrar que se pueden obtener mejoras en la comprensión de la conducta social y del mundo real. Como ya sabemos, los entornos virtuales se utilizan cada vez más en el ámbito educativo. Además de las personas con Autismo, los entornos virtuales también son utilizados en otros contextos o colectivos para generalizar aprendizajes antes de hacerlo en el mundo real. Aún queda seguir investigando la utilidad de estos entornos virtuales en las habilidades sociales de las personas con TEA, aunque los datos obtenidos hasta ahora están siendo positivos. Además del coste económico y de personal, tener en cuenta las necesidades específicas de cada usuario hace más complicada la tarea de investigación. Los entornos virtuales son importantes dentro del ámbito educativo, teniendo en cuenta el aumento del uso de las nuevas tecnologías en las clases, tanto para los niños con TEA como para sus iguales que no son TEA.


Sobre la autora:

Asunción Navajas Santos.

Logopeda. Col/29-1282

Máster ABA. Análisis aplicado de la conducta en autismo y otros trastornos del desarrollo.

Técnico educación infantil.

Actualmente cursando el Máster de Neuropsicología