Ilustración de una pizarra que muestra la palabra "DISLÉXIA" y varias letras y números en diferentes orientaciones, representando efectivamente los desafíos de la dislexia y el trastorno de la lectoescritura.

¿QUÉ ES LA DISLEXIA O TRASTORNO DE LA LECTOESCRITURA?

La dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, de carácter persistente y específico, que se da en niños que no presentan ningún handicap físico, psíquico ni sociocultural, y cuyo origen parece derivar de una alteración del neutro desarrollo.

Atendiendo a su carácter específico, los disléxicos son niños y niñas inteligentes, que únicamente presentan dificultades en tareas relacionadas con la lectoescritura. Por tanto, una de las condiciones para presentar dislexia es descartar que exista alguna alteración a nivel cognitivo, como discapacidad intelectual. Dicho esto, hemos de decir que no todos los niños disléxicos presentan las mismas dificultades. Por tanto es importante hacer un diagnóstico exhaustivo y detallado para poder establecer programas de intervención específicos.

 

La dislexia, es además el trastorno de aprendizaje más frecuente entre la población de edad escolar, cuya prevalencia se estima entre un 5 y un 17%.

 

El principal problema que tiene la dislexia, es que en los primeros años de escolaridad en nuestro país, el sistema educativo español establece que la mayoría de los aprendizajes se realicen a través del código escrito, por lo cual los niños con esta dificultad, se quedan atrás en muchas materias. Además de esto, como ya hemos comentado, una condición sine qua non para presentar dislexia, es tener un cociente intelectual dentro de la media, o en algunos casos incluso por encima; lo que hace que el profesorado se despiste a la hora de detectarlo, confundiendo la dislexia con escasa motivación por parte del alumno, o vaguedad.

 

Hoy os damos tres consejos, por si sospecháis que vuestro hijo/a o alumno/a puedes presentar dislexia:

 

  1. Si percibimos que nuestro alumno/a puede estar presentando dificultades en esta área, es importante realizar una evaluación psicopedagógica para confirmar si realmente esas dificultades para adquirir el aprendizaje de la lectoescritura, se debe a una dislexia.
  2. Una vez realizada la evaluación y si se confirma el diagnóstico, es necesario llevar a cabo un tratamiento psicopedagógico ya que el alumno o alumna va a requerir de estrategias compensatorias para poder adquirir la lectoescritura.
  3. Tener mucha paciencia y comprensión con este alumno/a tanto a nivel escolar como familiar, para que pueda superar sus dificultades y no se frustre.

 

 

Fdo. Pilar Muñoz Alarcón.


Sobre la autora:

Pilar Muñoz Alarcón.

Psicóloga General Sanitaria.

Máster Psicología Clínica Infanto/ Juvenil por la AEPC.

Máster sobre intervención ABA en Autismo y otros trastornos del Desarrollo por la BACB (Behavior Analyst Certification Board).

Tutora de prácticum de grado y máster de las facultades de Psicología de Sevilla, UNED y UNIR.

Coordinadora del grupo de Trabajo de Atención Temprana del Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Occidental (COPAO).

Directora del Centro de Psicología Infantil ÁBACO.