La entrada en el centro de educación infantil marca el inicio de una nueva etapa en la vida del niño o niña. Es éste un entorno favorecedor del desarrollo que complementa la labor estimuladora de la familia, permitiendo al niño o niña desenvolverse en diferentes contextos y ampliando sus posibilidades de socialización.
Los niños o niñas de 0 a 3 años presentan necesidades fisiológicas, psicomotoras, de autonomía personal, de socialización, cognitivas, afectivas y de comunicación. Teniendo en cuenta todas estas necesidades, los centros de educación infantil, son de gran ayuda para facilitar su desarrollo.
Algunos de los beneficios de acudir al centro infantil son los siguientes:
- Ayuda a descubrir, conocer y controlar el propio cuerpo, formándose una imagen positiva de sí mismos y adquiriendo hábitos básicos de salud y bienestar.
- Actuar cada vez de forma más autónoma, adquiriendo progresivamente seguridad afectiva y emocional, y desarrollando sus capacidades de iniciativa y confianza en sí mismos.
- Establecer relaciones en un ámbito cada vez más amplio, iniciando vínculos con otros adultos y niños o niñas.
- Observar y explorar el entorno inmediato con una actitud de curiosidad y cuidado, descubriendo progresivamente las características y propiedades del mismo.
- Estimular el lenguaje en las diferentes situaciones de comunicación habituales, enriqueciendo su capacidad expresiva.
Existen diferencias claras entre unos niños o niñas y otros a la hora de adaptarse a esta nueva situación. La capacidad de un niño o niña para integrarse en un ambiente nuevo, depende de su forma de ser, pero también de cómo se desarrollan las pautas de su adaptación, por lo que es importante tener en cuenta las siguientes orientaciones:
- Es importante que la familia transmita seguridad y confianza a sus hijos o hijas ante la incorporación al Centro; ya que, en buena medida, vivirán esta nueva situación en función de cómo la vivamos los adultos.
- Los días previos al comienzo es recomendable hablarles de la escuela en términos positivos de los profesores, lo que van a aprender y nuevos “amigos”…
- Mostrar satisfacción y alegría al llevar y recoger a los niños o niñas, ayudará a evitar las posibles tensiones que pudieran aparecer en estos momentos. La despedida debe ser firme, rápida y sonriente, evitando prolongarla, pero tampoco es adecuado desaparecer por arte de magia. Los padres deben permanecer en la entrega del niño o niña solo el tiempo necesario para darle un beso.
- Colaborar con los profesionales del centro facilitando el intercambio de información sobre nuestros hijos, y siguiendo las orientaciones que nos den, ya que la familia y el centro han de coordinarse para conseguir un desarrollo adecuado de los niños o niñas.
- No preocuparse demasiado si aparecen cambios en sus conductas relacionadas con el sueño, la alimentación, el llanto, etc., ya que dichos cambios suelen desaparecer una vez que los niños o niñas se han adaptado a esta nueva situación. En caso necesario, consultarlo con un especialista.
- A algunos niños o niñas les resulta más fácil la adaptación al centro si la incorporación se realiza de forma progresiva durante las primeras semanas. Por ello, aconsejamos llevar al niño o niña sólo durante algunas horas a la escuela infantil y, poco a poco, ir aumentando el horario.
- Dejar que el niño niña lleve, si así lo desea y las normas del centro lo permiten, su juguete preferido, o algo que le sea familiar y le mantenga unido con su hogar, esto le proporcionará mayor seguridad en este nuevo contexto.
- Al salir de la escuela infantil, dedicar tiempo a tu hijo o hija, jugando con él o ella. Anímale a compartir contigo las experiencias que aprende en la escuela, demostrando alegría y entusiasmo por sus progresos.
- Para una mejor adaptación del niño o niña a la escuela infantil conviene que su día no empiece con prisas o agobios por salir de casa. Procura despertarle con tiempo para que desayune tranquilamente y se dirija sin agobios a la escuela infantil, por su propio pie y sin prisas. Llevando él o ella su mochila y con ropa cómoda.
- Recordar la importancia de respetar las normas del centro como: horarios; asistencia regular y continuada; procurar que no asistan si están enfermos; comunicar la ausencia justificada de los niños o niñas; ponerles ropa cómoda que no limite sus movimientos y que beneficie su autonomía…, etc.
Fdo. Elisabeth Torres Muñoz.
Psicóloga/ Máster Atención Temprana.
Graduada en Psicología – Máster en Necesidades Educativas Especiales – Máster en Atención Temprana.