Un niño con los ojos cerrados está acostado con una camisa a rayas mientras las manos de un adulto tocan suavemente su frente, brindándole un masaje relajante.

MASAJE EN PERSONAS CON TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA

Estimados lectores, hoy os vamos a hablar de los beneficios del masaje en las personas con TEA, especialmente cuando son niñ@s. Aprovechando que esta semana, el día 18 de febrero  fue el día internacional del síndrome de Asperger, hemos considerado oportuno hablaros de cómo puede mejorar el masaje en las personas con Trastorno del espectro autista.

Existe el mito de que a ninguna le gusta el contacto físico y eso es totalmente falso. Sólo en los casos en los que hay una hipersensibilidad táctil se produce un rechazo a ser tocadas… pero incluso en estos casos, podemos ir mejorando poco a poco este aspecto del procesamiento sensorial en nuestras sesiones de fisioterapia.

En otros casos, el rechazo a ser tocados no viene dado por la integración sensorial, sino por su dificultad a entender los entornos sociales… pongámonos en su lugar… de repente alguien, del que no sabemos qué esperar,  ni lo que pretende hacernos  porque no captamos la intención de sus gestos; viene hacia nosotros con la mano levantada y abierta o abre los brazos para agarrarnos.  ¿Lo lógico sería huir no?.

Sin embargo, cuando descubren el masaje, la sensación que les proporciona, ese momento de descanso para su cuerpo y su mente (que muchas veces no para un minuto), aceptan perfectamente ese contacto.

En el tiempo de masaje en mis sesiones de fisioterapia lo que busco es que descubran en la mayoría de los casos esa sensación desconocida para ell@s hasta el momento. Que les pueda servir para encontrar la calma en estados de nerviosismo, porque cuando ya la conocen será más fácil reconducirlos y conseguir que relajen su cuerpo y respiración, pues saben a dónde llegar.

Además, gracias a masajearles las extremidades y los dedos uno a uno, podemos conseguir hasta que acepten mejor el simple gesto de cortarles las uñas, como me comentó una madre hace poco tiempo.

En muchos casos llegar a esto no es fácil, tenemos que ir progresivamente aumentando los minutos de masaje en la camilla, utilizando temporizadores visuales, contando o incluso cantando alguna canción para que sepan que al finalizar terminará el tiempo de masaje.

A veces,  por miedo al entorno sanitario tenemos que empezar en una colchoneta y posteriormente, después de muchas sesiones, pasar a la camilla.

El masaje en sí tiene muchos beneficios físicos, sobre el sistema nervioso, endocrino, circulatorio, respiratorio y digestivo,  pero además, en los casos con TEA,  puede ser muy beneficioso porque podemos conseguir mejorar el vínculo y apego familiar, el contacto visual y la CALIDAD DE VIDA de la familia. Si les dejamos participar y realizarse ellos el masaje en piernas, pies, brazos … mejorará también su esquema corporal y propiocepción.

Es muy satisfactorio y gratificante ver como durante 10 o 15 minutos consiguen relajarse sobre la camilla, sobre todo aquellos que tienen una hiperactividad motora muy acentuada,  te miran fijamente a los ojos e incluso exclaman:  ¡Cómo mola!, la primera vez que reciben un masaje en los pies.

 


Autora: Ana Isabel Aragó Miñana

Fisioterapeuta Col. 41- 1765

Experta universitaria en psicomotricidad

Postgrado de terapia ocupacional en atención temprana.