Queridos lectores, hoy os vamos a hablar de cómo los psicólogos interpretamos los dibujos que hacen tanto niños como adultos. Antes que nada, hemos de dejar muy claro, que para hacer una interpretación de un dibujo, primero es necesario conocer a la persona, su historia personal, sus gustos, sus intereses etc. Ya que lo que vamos a analizar mediante la interpretación de los dibujos, van a ser rasgos de su personalidad, situaciones emocionales por las que está atravesando o experiencias vivenciales que haya tenido. Es por ello que la interpretación de los dibujos, no se debe hacer de una manera aislada, sino como parte de un proceso de evaluación psicológica y siempre apoyándose en otras pruebas.
Otra cosa que es necesario aclarar, es que los dibujos nos pueden ayudar a descubrir la existencia de problemas, pero no nos va a dar mucha información acerca del contenido de los mismos. También es importante seleccionar que dibujo es el que queremos que la persona realice, ya que no es lo mismo dibujar un árbol, una figura humana, una casa o una familia; y cada uno nos va a aportar una información diferente.
Dicho esto vamos a ver qué cosas son las que debemos tener en cuenta los psicólogos para la interpretación de los dibujos:
- El tamaño del dibujo: El tamaño es importante, ya que suele asociarse al ego, autoestima y seguridad de la persona. Es por ello que cuando nos encontramos con dibujos muy pequeños, podemos estar ante personas que son inseguras, con baja autoestima o sentimientos de insatisfacción o malestar. Los dibujos que son muy grandes, por el contrario, van a responder a personas vanidosas, con imaginación y que pueden presentar una alta estima, así como personas que pueden responder de forma agresiva a las presiones externas. Es necesario también sobre todo en el dibujo de la familia, analizar cómo es el tamaño de los personajes dibujados. Normalmente los padres deben ser dibujados más grandes que los hijos, pero cuando esto no sucede, se interpreta como una falta de reconocimiento de las figuras de autoridad.
- El lugar que ocupan los personajes, animales u objetos en el dibujo: Es otra de las cosas que debemos tener en cuenta. Normalmente, las personas que sitúan personas, animales u objetos en la parte superior, suelen ser fantasiosas, creativas y espirituales, personas que se mueven mucho en el “mundo de las ideas”. Sin embargo, las personas que colocan objetos o personas en el dibujo en la parte inferior del folio suelen ser más concretas, que buscan más solidez y firmeza. El colocar personas u objetos en la parte inferior del folio puede estar también relacionado con sucesos anteriores, por lo que dependiendo de lo que la persona dibuja, habrá que preguntar su significado por si refleja alguna situación traumática anterior. Las personas que ocupan la parte central del folio para dibujar, son más seguros y también más afectivos. Cuando se dibujan personas, debemos tener también en cuenta la proximidad entre ellas, por ejemplo cuando un niño se dibuja en medio de los padres, suele ser una relación afectiva adecuada, ya que se pinta protegido por sus padres. A veces los niños pueden dibujar a su hermano/a en medio de los padres, y él o ella más alejado, pudiendo esto interpretarse como celos o rivalidad hacía su hermano/a al que ve o percibe más cercano a sus padres que él mismo.
- El orden de aparición de las personas u objetos: También es un aspecto a tener en cuenta. Normalmente la persona empieza dibujando lo que para él o ella es más relevante. El personaje que el niño o niña dibuja primero suele ser el que más admira, envidia o teme. Cuando la persona se dibuja a sí misma primero, suele indicar egocentrismo, siendo esto algo muy común en niños pequeños. El personaje dibujado en último lugar, suele ser más desvalorizado por la persona que está haciendo el dibujo, por lo que debemos analizar porqué es. Si es la misma persona que está dibujando, el último o última en pintarse, se relaciona con baja autoestima. Normalmente los niños/a suelen dibujar a los personajes de la familia por orden de edad, por lo que en ese caso, la situación del último no tendría el mismo significado que si no los hubiera pintado por orden.
- Omitir o resaltar algún personaje o parte importante de éste, objeto o animal que sabemos que es importante para el niño: Cuando la persona suprime algún personaje, objeto o animal importante para él o ella, o a sí misma, suele estar relacionado con sentimientos desvalorización y rechazo hacía dicha persona, objeto, o animal, por lo que también debemos analizar porque no lo dibuja. Igualmente debemos analizar si suprime alguna parte importante de esa persona, animal o cosa. Por ejemplo el hecho de no dibujar manos a algún personaje, suele estar relacionado con sentimiento de incapacidad, así como con dificultades en su relación familiar o con su entorno. Igualmente hemos de tener en cuenta cuando observamos que la persona resalta en exceso algún miembro en su dibujo, y preguntar de forma soslayada por que lo hace y que ha querido resaltar ahí.
- La presión ejercida en el trazo y los colores: Cuando la presión ejercida en el trazo es muy fuerte, indica tensión con respecto a ese personaje, animal o cosa, así como que la persona que dibuja puede ser nerviosa o tener en ese momento una situación de tensión. Cuando el trazo es corto, se suele relacionar con personas impulsivas, mientras que si el trazo es largo, suele estar relacionado con personas que tienen un buen autocontrol de sí mismas. Los colores oscuros al colorear el dibujo, suele estar relacionado con miedos y agresividad, así como con sentimientos de tristeza, mientras que los colores claros y vivos se asocian a felicidad, vitalidad y optimismo. Es necesario por tanto tener en cuenta también que colores son los que la persona utiliza para pintar a los personajes, objetos o animales, pudiendo detectarse a través de los colores, el grado de afecto y satisfacción que tiene con dicha persona.
Esperamos que estos consejos os sean de utilidad, y os animamos que dibujéis con vuestros hijos y los animéis a hacerlo, ya que como veis, a través de los dibujos podemos obtener mucha información de cómo están y como se encuentran.
Sobre la autora:
Pilar Muñoz Alarcón.
Psicóloga General Sanitaria.
Máster Psicología Clínica Infanto/ Juvenil por la AEPC.
Máster sobre intervención ABA en Autismo y otros trastornos del Desarrollo por la BACB (Behavior Analyst Certification Board).
Tutora de prácticum de grado y máster de las facultades de Psicología de Sevilla, UNED y UNIR.
Coordinadora del grupo de Trabajo de Atención Temprana del Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Occidental (COPAO).
Directora del Centro de Psicología Infantil ÁBACO.