Una niña en traje de baño está parada en una playa con los brazos cruzados, haciendo una cara juguetona con los labios fruncidos. Al fondo se ven borrosos el océano y una costa lejana.

ENSEÑAR A LOS NIÑO/AS A HACER LAS PACES

Queridos lectores cuyos vamos a hablar de cómo podemos enseñar a los niño/as a perdonar y a pedir perdón. Los niño/as a lo largo de su infancia, y por supuesto también durante la adolescencia y la adultez, se dan a ver envueltos en situaciones en la que van a tener que perdonar o ser perdonados. Por ello, es fundamental que los niño/as sean habilidosos a la hora de resolver conflictos, y no tengan dificultades para pedir perdón o aceptar las disculpas de otras personas.

Aprender a perdonar y a pedir perdón cuando sea necesario, facilita que los niño/as puedan desenvolverse adecuadamente en su entorno social, y que puedan gozar de un estado de calma que les permita estar satisfechos consigo mismos.

Hoy os vamos a dar algunos consejos de cómo podemos hacer esto:

 

  • Dar ejemplo en casa. Como padres, es necesario que pidamos perdón a nuestro hijo/a cuando nosotros nos equivocamos. Esto hará que el niño/a se fije en nosotros, normalice el perdón, lo interiorice, y adquiera poco a poco dicha habilidad. Los padres también nos equivocamos, y pedir perdón es un acto que debemos hacer sin tener miedo a perder autoridad.
  • Hacerles ver que ellos también se han equivocado en muchas ocasiones y que a pesar de eso, han sido perdonados. Ninguno de nosotros somos perfectos, por lo que debemos aceptar también las imperfecciones de los demás.
  • Trabajar con ellos la empatía, es decir la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Se puede invitar al niño/a reflexionar mediante la realización de las siguientes preguntas: ¿Recuerdas alguna vez en la que no hayas hecho las cosas bien?, ¿Cómo te hubieras sentido si no te hubiéramos pedido perdón?, ¿Te gustaría que te perdonaran cuando te equivocas?.
  • Enseñar a nuestro hijo/a a no juzgar ni interpretar las cosas de los otros, y transmitirle que hacer las paces no es perder, así como que sentir rencor lo único que nos genera es daño.
  • Analizar con nuestro hijo/a en que se ha podido equivocar, como puede reaccionar en otra ocasión similar, que debe hacer para evitarlo o cómo puede reparar el daño que ha generado; son otras de las estrategias que podemos tener en cuenta para enseñarlo a perdonar y a pedir perdón.

 

Fdo. Pilar Muñoz Alarcón.

Psicóloga General Sanitaria.

 


Sobre la autora:

Pilar Muñoz Alarcón.

Psicóloga General Sanitaria.

Máster Psicología Clínica Infanto/ Juvenil por la AEPC.

Máster sobre intervención ABA en Autismo y otros trastornos del Desarrollo por la BACB (Behavior Analyst Certification Board).

Tutora de prácticum de grado y máster de las facultades de Psicología de Sevilla, UNED y UNIR.

Coordinadora del grupo de Trabajo de Atención Temprana del Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Occidental (COPAO).

Directora del Centro de Psicología Infantil ÁBACO.