¿Sabes que está bien y que está mal?. Queridos lectores hoy os vamos hablar del desarrollo de la moral en el ser humano. Aprender la diferencia entre comportarse bien y mal es parte importante del crecimiento.
Durante mucho tiempo se creyó que la enseñanza determina el desarrollo moral de los niños. Los psicólogos conductistas pensaban que la conducta moral se forma por condicionamiento. Por la teoría del estímulo y la respuesta. Creían que la buena conducta se condiciona por las recompensas, mientras que la mala se disuade con penalizaciones. Sin embargo estudios posteriores señalaron que la mayoría de las personas no ha cometido un delito grave por el que se le haya castigado y, sin embargo, saben que matar, por ejemplo, está mal.
Es por ello que tras varios años, Lawrence Kohlberg realizó un estudio sobre el desarrollo de la moral, concluyendo que adquirimos el sentido moral por etapas, encontrando también que las figuras de autoridad y la sociedad en general, influían de forma determinante en el sentido de la moral, y que ésta no proviene sólo del niño, sino también de otros ambientes.
También consideraba que la moralidad seguía desarrollándose hasta la adolescencia siguiendo una pauta de seis etapas bien diferenciadas que os describimos a continuación:
En la primera, al niño le preocupa evitar el castigo; mientras que en la segunda, se da cuenta de que determinada conducta, puede valerle una recompensa.
En la tercera etapa trata de acomodarse a lo que piensa que se espera de él o de ella (normas sociales), a fin de considerársele un niño o niña “buenos”.
En la cuarta etapa, reconoce que existen reglas que rigen una conducta establecida por las figuras de autoridad, como los padres.
Ya en la adolescencia, comienza a comprender los motivos de esas reglas y normas sociales, y como su comportamiento puede llegar a afectar a otras personas.
En la etapa final, adquiere un sentido moral basado en los principios de justicia, igualdad y reciprocidad.
Estas etapas del desarrollo moral en la persona, no se pueden atribuir a unas edades concretas, ya que va a depender de la madurez emocional de cada niño.
Finalmente no quería acabar este artículo sin comentaros el estudio que se realizó con niños pequeños para analizar su desarrollo moral. Este estudio consistía en que los niños miraban una obra de títeres. En esa obra, se pasada una pelota a un títere y éste la devolvía, luego se la pasaba a otro y este títere se iba corriendo con la pelota. Luego se puso a cada títere al lado de una pila de golosinas y se dejó a los niños que cogieran un dulce de una de las pilas. La mayoría lo cogió de la pila del títere que roba la pelota, e incluso un niño de un año, dio una bofetada al títere “malo”.
Como veis no nacemos sabiendo lo que está bien o mal, pero lo aprendemos al crecer.
Fdo. Pilar Muñoz Alarcón.
Sobre la autora:
Pilar Muñoz Alarcón.
Psicóloga General Sanitaria.
Máster Psicología Clínica Infanto/ Juvenil por la AEPC.
Máster sobre intervención ABA en Autismo y otros trastornos del Desarrollo por la BACB (Behavior Analyst Certification Board).
Tutora de prácticum de grado y máster de las facultades de Psicología de Sevilla, UNED y UNIR.
Coordinadora del grupo de Trabajo de Atención Temprana del Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Occidental (COPAO).
Directora del Centro de Psicología Infantil ÁBACO.