Silueta de una cabeza con círculos de colores en el área del cerebro y burbujas de discurso de colores que salen de la boca, representando el pensamiento y la comunicación, destacando la importancia de acudir a una logopeda para mantener la salud del habla.

CUIDE SU SALUD. ACUDA A UN LOGOPEDA.

CUIDE SU SALUD. ACUDA A UN LOGOPEDA.

 

Con motivo del Día Europeo de la Logopedia, el pasado día 6 de marzo, queremos recordar qué es la logopedia, en qué ámbitos trabaja y que trastornos o enfermedades atiende. Desde el Colegio Oficial de Logopedas de Andalucía, este año se ha facilitado información acerca de estas cuestiones.

 

En primer lugar, la logopedia es una profesión sanitaria que se encarga de la prevención, detección, evaluación, diagnóstico y tratamiento de los trastornos de la comunicación, lenguaje, habla, voz, audición y deglución, abarcando desde la población infantil hasta la tercera edad.

Los ámbitos en los que trabaja un logopeda son el sanitario (hospitales, centros de salud, etc.) y en ámbitos socio-asistenciales (centros de atención temprana, centros de atención a mayores, asociaciones de enfermos como Parkinson y Alzheimer, etc.).

 

Entre los trastornos y enfermedades que atiende un/una logopeda se encuentran retraso simple del lenguaje, Trastorno Específico del Lenguaje, mutismo, tartamudez, trastornos de la lectoescritura, alteraciones de la voz, estimulación del lenguaje asociado a déficits auditivos, TDA/H, Trastorno del Espectro Autista, deglución atípica, disfagia, cáncer de laringe, alteraciones neurodegenerativas, entre otras.

 

Los logopedas también trabajan en otras áreas para mejorar aspectos o prevenir posibles alteraciones: prevención de riesgos laborales, canto, expresión verbal y no verbal y estética.

 

Debemos solicitar la ayuda de un/una logopeda cuando a los 4 meses el bebé no sonríe ni mantiene contacto ocular, no reacciona ante el sonido ni la voz, no emite sonidos o no succiona bien.

A los 8 meses no mueve la cabeza hacia el sonido y no aparece el balbuceo.

A los 12 meses no gira la cabeza al oír su nombre, no comprende las palabras de su entorno y no produce sonidos con intención comunicativa.

A los 18 meses no señala cuando quiere algo y no comprende órdenes sencillas.

A los 24 meses no utiliza la palabra-frase para comunicar lo que quiere y no acepta bien la dieta sólida ni mastica.

Hacia los 2 años no aparece el juego simbólico, no dice su nombre, no construye frases de tres palabras y mastica con dificultad.

A los 3 años utiliza pocos verbos, no formula preguntas, no utiliza el plural ni las preposiciones, no comprende relatos sencillos y tiene babeo o presenta una mala oclusión dental.

A los 4 o 5 años respira con la boca abierta, sólo le entienden las personas de su entorno o no interacciona con otros niños.

A los 6 años no pronuncia bien todos los sonidos del lenguaje ni es capaz de explicarse, o presenta dificultades en el trazo.

De los 6 a los 9 años confunde izquierda y derecha, tiene falta de atención y concentración, al leer confunde letras o no comprende lo que lee.

 

Tal como se recomienda en el Colegio Oficial de Logopedas de Andalucía, debemos asegurarnos de que el/la logopeda sea titulado y colegiado, rechazando el intrusismo y todo ejercicio irregular de la profesión. Hay que exigir un tratamiento profesional basado en un diagnóstico previo y un seguimiento periódico.


Sobre la autora:

Asunción Navajas Santos.

Logopeda. Col/29-1282

Máster ABA. Análisis aplicado de la conducta en autismo y otros trastornos del desarrollo.

Técnico educación infantil.

Actualmente cursando el Máster de Neuropsicología