Con frecuencia los padres nos preguntan si las dificultades de su hijo/a desaparecerán algún día y si el tratamiento que van a recibir o están recibiendo es el más adecuado. Aunque cada niño/a y cada trastorno es diferente, en muchos casos las habilidades lingüísticas son uno de los síntomas que nos alertan de que algo no va bien en el desarrollo del niño/a. Así, realizar una evaluación temprana del desarrollo comunicativo y lingüístico nos ayuda a identificar si existe riesgo en el desarrollo, cuál es la intervención más adecuada en ese momento y conocer el pronóstico.
Es difícil saber si estas dificultades que observamos en el niño/a de tres, cuatro o cinco años van a desaparecer o en qué momento lo van a hacer. El pronóstico depende del trastorno, del ritmo de desarrollo del niño/a¿Cuándo van a desaparecer las dificultades de mi hijo/a? y del entorno. Los trastornos del neurodesarrollo van a permanecer durante toda la vida. Dentro de estos trastornos, se encuentran la discapacidad intelectual, trastorno del espectro autista, trastornos de la comunicación, trastorno específico del aprendizaje, trastorno por déficit de atención e hiperactividad o trastornos motores. A su vez, dentro de cada uno de estos trastornos existen diferentes grados de afectación que van a determinar la evolución de cada caso. Por otro lado, si se trata de un retraso simple del lenguaje o retraso madurativo, las dificultades suelen desaparecer antes.
En cuanto al tratamiento, más allá de la ¨etiqueta¨ del trastorno, se suelen atender las dificultades que presenta ese niño/a en ese momento, las que afectan a su vida diaria y al rendimiento escolar. Es frecuente que los síntomas del trastorno del espectro autista se confundan con los de los trastornos de la comunicación, o que no sepamos donde está el límite entre estos y un trastorno específico del aprendizaje, ya que los síntomas son similares. Es por esto que no sólo tenemos en cuenta el tipo de trastorno, sino estos síntomas o dificultades específicas de cada niño/a en cada momento.
La evaluación temprana es importante de cara a la evolución. Cuanto antes comencemos con la intervención, mejor será el pronóstico. Conocer cuáles son los primeros síntomas que nos indican que existe algún problema, es útil para evitar que aparezcan más problemas en el futuro, eliminarlos o minimizar los efectos en los casos en los que el trastorno permanezca a lo largo del desarrollo.
Sobre la autora:
Asunción Navajas Santos.
Logopeda. Col/29-1282
Máster ABA. Análisis aplicado de la conducta en autismo y otros trastornos del desarrollo.
Técnico educación infantil.
Actualmente cursando el Máster de Neuropsicología