Un niño de cabello oscuro y expresión seria levanta ambos puños como si estuviera listo para boxear, vestido con una camiseta blanca, sobre un fondo liso y blanco. Esta imagen evoca preguntas sobre conductas agresivas y cómo actuar efectivamente como padres de hijos que exhiben tal comportamiento.

CÓMO ACTUAR ANTE LAS CONDUCTAS AGRESIVAS DE TUS HIJOS

Hoy os explicamos porque muchas veces, los niños pueden presentar en algún momento de su vida, conductas agresivas hacía los demás, algo que puede llegar a ser “normal” pero que no quiere decir que no tengamos que actuar ante ellos.

 

La causa de estas conductas agresivas suele ser la frustración o rabia que le pueden generar algunas situaciones, es decir, la irritación a nivel emocional que le genera no poder conseguir lo que desea.

 

Que los niños tengan conductas agresivas es “normal” como os decimos, ya que en muchas ocasiones no saben expresar de otra manera como se sienten.  Por ello, somos los padres los que debemos enseñar y canalizar estos comportamientos, al igual que le enseñamos otras conductas como vestirse, comer, ducharse…

 

A continuación, os damos tres consejos para prevenir las conductas agresivas de nuestros hijos.

 

  1. No debemos actuar de forma agresiva ante la agresividad de nuestros hijos, ya que estas son conductas que se aprenden por observación y por imitación. Por ello los padres debemos ser un buen modelo y predicar con el ejemplo. Sin embargo, esto no quiere decir que debamos dejarnos pegar, o insultar por nuestro hijo, ahí hemos de evitar que nos agreda, pero no reaccionando de la misma forma que él. Debemos por tanto responder con autoridad a estas conductas, conteniéndolo o reduciéndolo, pero no responder con una agresión física.

 

  1. Debemos anticipar tanto las conductas que deseamos que realicen nuestros hijos, como las consecuencias, para que sepan con antelación qué sucederá si llevan a cabo ese comportamiento.

 

  1. Debe haber consenso entre los padres ante una situación conflictiva, ya que si un padre le permite algo al hijo y el otro no, esto genera conflicto en el niño, ya que no sabrá como actuar al no quedarle claro el límite. Además este tipo de desavenencias entre los padres frente al niño, hace también que el hijo aprenda a aprovecharse de las situaciones, generando malestar en la familia y agravando las dificultades de comportamiento. Es por tanto que los padres deben tener prohibido discutir o pelear delante del niño por cosas que haya hecho él, así como no ir de la mano en cuestiones educativas.

 

No obstante, y como siempre decimos, si en algún momento nos vemos muy agobiados por la conducta agresiva del niño, os aconsejamos que contactéis con un profesional de la psicología infantil, el cual va a estudiar vuestro caso, va a llevar un análisis de la situación y os va a ayudar a encontrar una solución.

 

Fdo. Pilar Muñoz Alarcón.


Sobre la autora:

Pilar Muñoz Alarcón.

Psicóloga General Sanitaria.

Máster Psicología Clínica Infanto/ Juvenil por la AEPC.

Máster sobre intervención ABA en Autismo y otros trastornos del Desarrollo por la BACB (Behavior Analyst Certification Board).

Tutora de prácticum de grado y máster de las facultades de Psicología de Sevilla, UNED y UNIR.

Coordinadora del grupo de Trabajo de Atención Temprana del Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Occidental (COPAO).

Directora del Centro de Psicología Infantil ÁBACO.