Centro de Psicología Infantil, aconseja a los padres que no intenten evitar este proceso. Los celos son una oportunidad para que el niño conozca e identifique esa emoción
Los celos son una respuesta emocional que surge cuando una persona percibe una amenaza hacia algo que considera como propio. Son la respuesta natural ante el miedo de perder una relación interpersonal. Si bien los celos parecen estar presentes en todas las personas, indistintamente de su condición socio-económica o forma de crianza, durante la etapa infantil y ante la aparición de un nuevo hermano es habitual que este estado emocional se dispare o manifieste con mayor intensidad.
Con la llegada de un nuevo miembro en la familia el niño pide y quiere a toda costa seguir teniendo la misma atención que sus padres le daban antes dé, atención que ahora tiene que ser compartida. Esto no es fácil para el niño y los celos en estos casos pueden interpretarse como una reacción por protegerse. El niño o niña ve como su hermanito lo destrona y la respuesta más inmediata son los celos.
Ante ello, los padres pueden mitigar el dolor pero no evitar que el niño sienta celos. Los celos entre hermanos será algo temporal, un sentimiento temporal que irá desapareciendo en cuanto el niño vuelva a sentirse seguro y encuentre su lugar dentro del seno familiar.
Los celos, por tanto en la mayoría de los casos no son permanentes. No obstante, en muchas ocasiones, la respuesta de celos es exagerada, prolongada en el tiempo y cursa con gran malestar y deterioro en las relaciones familiares. Es, en estos casos, cuando la ayuda profesional es imprescindible.
En cuanto a recomendaciones, Ábaco Centro de Psicología Infantil, aconseja a los padres que no intenten evitar este proceso. Los celos son una oportunidad para que el niño conozca e identifique esa emoción. Sólo así sabrá asimilar y aprenderá que su mamá y su papá son capaces de repartir su atención con otras personas sin que disminuya su amor por él. El niño entenderá que a cada hijo se le quiere de forma distinta.
Cuando aparecen los celos entre hermanos, la pregunta es ¿cómo actuar y cómo ayudar a nuestro hijo? En este sentido, Ábaco Centro de Psicología Infantil, recomienda que hay que dejar que el niño exprese lo que siente aunque lo haga a través del enfado o de la rabieta. El niño tiene que lograr ver que sabemos por la adversidad qué está pasando. Debemos entender sus conductas como síntoma de un malestar y así hacérselo saber.
No se deben utilizar las comparaciones entre hermanos y es altamente positivo reconocer y potenciar las cualidades de cada hermano por separado.
Cuando los celos son del hermano mayor hacia otro de edad inferior puede resultar útil irle recordando de forma sutil las ventajas y “privilegios” que tiene al ser mayor. A partir de los 3/4 años aproximadamente es positivo darles cierto protagonismo respecto a los cuidados hacia el hermano pequeño y la importancia de su ayuda para la familia.
Además es importante tener cuidado con reforzar en exceso el comportamiento de un hermano frente a los otros. Cada niño es distinto, tiene su propia personalidad hay que independizar el trato que damos a cada hijo. Es decir a la hora de regañar o felicitar hay que hacerlo de forma personalizada teniendo en cuenta la personalidad de cada hijo.
Los celos entre hermanos suele ser un episodio pasajero. Ábaco Centro de Psicología Infantil recuerda que normalmente la relación entre hermanos tiene su propio ciclo de desarrollo. Partiendo de la base de que el clima familiar sea emocionalmente estable y equilibrado, los celos puntuales, normalmente son superados y no presentan mayores problemas.