La apnea se define como un cese transitorio de la respiración y está relacionado con los ronquidos cuando dormimos. En los niños aparece entre el 1 y el 2%.
Se pueden observar que los niño/as que lo padecen, son niños/as que tienen mucho sueño durante el día, lo que disminuye su capacidad de atención, su rendimiento y suelen estar más irritados.
Durante la noche, en los niños/as con apnea, podemos observar ronquidos, movimientos bruscos de piernas y brazos, despertar brusco con asfixia y un sueño intranquilo.
La persona que sufre apnea no descansa bien durante la noche, ya que las pausas respiratorias interrumpen el ciclo del sueño. Por la mañana pueden aparecer dolores de cabeza y cansancio que va a influir en las diferentes actividades diarias, tanto en niños como en adultos. Por ejemplo, aumenta el riesgo de tener un accidente de tráfico, un accidente laboral y en los niños, cómo hemos comentado antes, disminuye su capacidad de concentración y atención afectando a los diferentes aprendizajes escolares. Además, puede afectar al habla y a la deglución.
Para diagnosticar la apnea es necesario realizar la prueba del sueño. Una vez que se ha realizado la evaluación y se ha detectado el problema, podemos llevar a cabo la intervención logopédica en terapia miofuncional para mejorar la calidad de vida. A través de esta intervención se podría, por ejemplo, mejorar el tono muscular de los músculos de la faringe para que se haga más fácil el paso del aire.
Si consideras que tu hijo/a puede sufrir apnea, no dudes en acudir al otorrino y buscar intervención logopédica para mejorar su calidad de vida.
Fdo. Asunción Navajas Santos.
Sobre la autora:
Asunción Navajas Santos.
Logopeda. Col/29-1282
Máster ABA. Análisis aplicado de la conducta en autismo y otros trastornos del desarrollo.
Técnico educación infantil.
Actualmente cursando el Máster de Neuropsicología