Un niño pequeño con el pelo alborotado mira fijamente un libro abierto mientras sostiene cerca una muñeca, capturando un momento de inocencia y concentración. Esta sentida escena se desarrolla en el Día Mundial del Síndrome de Down, celebrando la belleza de cada individuo.

DÍA MUNDIAL DEL SÍNDROME DE DOWN

DÍA MUNDIAL DEL SÍNDROME DE DOWN

El síndrome de Down es una de las alteraciones genéticas más comunes y una de las principales causas de discapacidad intelectual, producida por la presencia de un cromosoma extra en el par 21. Esta alteración se produce de forma espontánea, sin una causa aparente, aumentando el riesgo cuando la madre es mayor de 35 años. Aunque comparten características comunes propias del síndrome, cada persona es diferente, ya que además tendrán los rasgos propios de su familia.

Desde un primer momento acompaña a este bebé un equipo multidisciplinar de profesionales. La atención temprana es fundamental en los bebés que nacen con síndrome de Down. Este equipo va a desarrollar programas de estimulación del aparato motor y sensorial, a través del servicio de fisioterapia y, a través del servicio de psicología y logopedia, se van a atender las necesidades de aprendizaje propias de cada niño/a. El trabajo con la familia también es fundamental, así como la coordinación con el resto de profesionales implicados.

El diagnóstico del síndrome de Down puede hacerse antes y después del nacimiento. Cuando el diagnóstico es prenatal, puede ayudar a los padres a estar preparados emocionalmente, ya que cuando los padres reciben esta noticia pasan por momentos difíciles. Es nuestro papel como profesionales, acompañarlos en estas etapas y resolver sus dudas. Estar en contacto con otros padres que han pasado por la misma situación también es de mucha utilidad para todos aquellos padres que se sienten desorientados.

Como ya hemos comentado, cada persona con este síndrome es diferente, tanto física como cognitivamente. Su desarrollo evolutivo pasa por las mismas etapas que el del resto de niños/as, aunque a un ritmo más lento y con algunas diferencias cualitativas, presentando más dificultades en las áreas de motricidad, atención, percepción, aspectos cognitivos, memoria, lenguaje, conducta y autonomía. Su ritmo de aprendizaje es más lento y, además, cada niño/a aprende de forma diferente.

Sobre la autora:

Asunción Navajas Santos.

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Logopeda. Col/29-1282

Máster ABA. Análisis aplicado de la conducta en autismo y otros trastornos del desarrollo.

Técnico educación infantil.

Actualmente cursando el Máster de Neuropsicología