La escuela es el entorno en el que se detectan la mayoría de los trastornos del lenguaje infantil. Entre los más frecuentes podemos destacar retraso global del lenguaje, dificultad en la articulación del habla, tartamudez o pérdida auditiva, por lo que la escuela debe tener un papel activo en la fase de detección y demanda de tratamiento.
Es muy importante la detección y actuación precoz en los casos de retraso del lenguaje y no debemos minimizar el papel que la escuela tiene al respecto. Una vez que hemos detectado una dificultad en el niño, el especialista en comunicación y lenguaje debe realizar un buen diagnóstico.
El segundo paso es la intervención, ya sea desde el propio colegio o en un centro especializado. Es conveniente que los distintos profesionales que lleven el caso estén coordinados entre ellos y con las familias, para que la intervención sea lo más eficaz posible.
Los padres también tienen un papel fundamental en la evolución del niño, ya que pasan la mayor parte del tiempo con ellos. Pautas específicas elaboradas por los profesionales o la observación de las diferentes actividades que se realizan en las sesiones, pueden servir de ayuda para enfrentarnos a situaciones de frustración en el día a día, como, por ejemplo, no poder comunicarnos con el niño/a de forma eficaz.
Como ya sabemos, la detección precoz de las dificultades del lenguaje es muy importante, tanto para el desarrollo personal como para el académico, ya que en primer lugar se trata de prevenir que aparezcan las dificultades e intervenir en el caso de que ya hayan sido detectadas, intentando que el niño/a alcance un nivel de desarrollo adecuado a su edad.
Sobre la autora:
Asunción Navajas Santos.
Logopeda. Col/29-1282
Máster ABA. Análisis aplicado de la conducta en autismo y otros trastornos del desarrollo.
Técnico educación infantil.
Actualmente cursando el Máster de Neuropsicología