Primer plano de un joven jugador de hockey con casco oscuro y protección facial, al que le faltan dientes frontales y rayas negras en las mejillas, formando un rostro expresivo. Perfecto para entender el comportamiento infantil o discutir soluciones de crianza relacionadas con el espíritu deportivo.

¿QUÉ PODEMOS HACER SI NUESTRO HIJO MUERDE?

Estimados amigos, hoy os vamos a dar algunos consejos para aquellos padres de niños mordedores, algo que a los padres preocupa mucho, ya que a pesar de ser una conducta habitual, suelen recibir quejas de los centros de educación infantil, y de otros padres, llegando a convertirse esta conducta, en un problema social, que implica rechazo por parte de los iguales hacía los niños mordedores.

 

Morder, es una conducta muy habitual que suele darse en la primera infancia, entre los dos y los tres años de edad. Las razones que pueden llevar a un niño a morder pueden ser muchas, por ejemplo presentar una baja tolerancia a la frustración, sentirse amenazado, entrar en competitividad con iguales, o simplemente llamar la atención del adulto.

 

Hoy os damos tres consejos que pueden llevar a cabo los padres, si su hij@ es de los que muerden:

 

  • Lo primero que debemos hacer, es detectar la causa del problema. Tanto los padres como educadores, podemos observar una serie de variables que nos van a indicar en que momento o ante que situación, nuestro hij@ muerde. Si es cuando entra en competitividad con un compañero, cuando se siente amenazado…. O simplemente para llamar la atención.
  • Una vez identificadas estas causas, podremos evitar en la medida de nuestras posibilidades, que esta conducta aparezca. Por ejemplo, podemos anticipar lo que puede pasar, y ofrecer al niño algún refuerzo antes de que aparezca la conducta de morder, o incluso desviar dicha conducta antes de que ocurra.
  • Finalmente, si no nos ha sido posible evitarlo, es importante establecer una serie de consecuencias a la conducta de morder, que pueden variar desde enseñar al niño que muerde a pedir perdón a su víctima, hasta retirarlo de la situación de conflicto, o incluso reforzarlo cuando su comportamiento se el adecuado y haya conseguido controlarse y no morder.

 

 

Esperamos que estos consejos os sean de utilidad, no obstante y como siempre decimos, si os preocupa mucho esta conducta y no sabéis como controlarla, os aconsejamos que acudáis a algún especialista para que os oriente.

 

 

 

 

Fdo. Pilar Muñoz Alarcón.

Psicóloga, especialista en Psicología Infantil.

 


Sobre la autora:

Pilar Muñoz Alarcón.

Psicóloga General Sanitaria.

Máster Psicología Clínica Infanto/ Juvenil por la AEPC.

Máster sobre intervención ABA en Autismo y otros trastornos del Desarrollo por la BACB (Behavior Analyst Certification Board).

Tutora de prácticum de grado y máster de las facultades de Psicología de Sevilla, UNED y UNIR.

Coordinadora del grupo de Trabajo de Atención Temprana del Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Occidental (COPAO).

Directora del Centro de Psicología Infantil ÁBACO.