Hoy os hablamos de un tipo de abuso o agresión que, por desgracia, es más común de lo que pueda parecer. Según Save the Children entre el 10 y el 20% de la población española, ha sido víctima alguna vez de abusos sexules en la infancia.
Los niños son mayormente abusados entre los 11 y los 12 años, y el agresor suele ser un conocido con autoridad, y en niñas, la edad en la que normalmente son abusadas es entre los 7 y los 9 años, principalmente por un agresor que pertenece al entorno familiar.
Estos niños y niñas suelen ser vulnerables, motivo por el cual el abusador/a los elige como víctima, siendo las siguientes características de las víctimas las más comunes:
- Pasivos, sin afecto, con poca confianza en sí mismos, aquellos que son más manipulables.
- Que pertenecen a familias disfuncionales, donde se carece de la figura de un adulto protector.
- Con discapacidad intelectual.
Las personas que llevan a cabo los abusos no tienen un perfil psicológico de abusador/a sexual, es decir, nadie diría, a simple vista, que son monstruos o que tengan algún tipo de enfermedad mental. Sin embargo, este tipo de personas son, mayoritariamente, hombres y pertenecen a un entorno cercano a la víctima.
Para que exista abuso o agresión sexual, Felix López y Amaia del Campo nos dicen que, deben estar presentes los dos siguientes criterios en la relación agresor/a-victima:
- Coerción. Esto se da cuando, la persona que lleva a cabo el abuso o la agresión, utiliza la diferencia de poder que posee para conseguir que la víctima actúe de una determinada manera.
- Asimetría. Este criterio se entiende como asimetría en la edad, cuando víctima y agresor/a tienen diferente edad (generalmente el agresor/a es mayor que la víctima); asimetría en anatómica, es decir cuando, independientemente de la edad, el agresor/a posee unas características corporales (tamaño, fuerza, etc.) superiores a las que posee la víctima; asimetría en la madurez, en habilidades sociales o en experiencia sexual.
Según el informe de Save the Children “Ojos que no quieren ver” existen algunos mitos que rodean el abuso sexual, mitos que no se corresponden con la realidad. Y es que la realidad sobre este tipo de abusos y agresiones no es lo que puede parecer.
- Entre un 10 y un 20% de la población ha sido víctima de abusos sexuales en su infancia.
- No existe un perfil psicológico del abusador/a sexual.
- No son tan fáciles de detectar ni revelar.
- La gravedad de los efectos depende de factores.
- El abuso sexual ocurre en todos los tipos de familias.
- Seis de cada diez abusadores son conocidos en distinto grado por los niños y niñas.
- Los abusos sexuales a menores de edad, suelen darse de forma paulatina y progresiva.
Los signos de alerta que podemos observar en niños y niñas que han sufrido algún tipo de abuso o agresión sexual son:
- Miedo generalizado.
- Hostilidad y agresividad.
- Culpa y vergüenza.
- Baja autoestima y sentimientos de estigmatización.
- Trastorno del estrés postraumático.
- Depresión.
- Rechazo del propio cuerpo.
- Retraimiento social.
- Problemas de identidad sexual.
- Masturbación compulsiva.
- Excesiva curiosidad sexual.
- Conductas exhibicionistas o promiscuidad.
- Conocimiento sexual precoz o inapropiado para su edad.
¿Cómo podemos prevenir este tipo de abusos o agresiones?
- Con educación sexual y afectiva desde edades tempranas en nuestros pequeños.
- Parentalidad positiva, dandole más confianza en sí mismos para que sean menos vulnerables y manipulables por otros.
¿Qué debemos hacer si un menor (hijo/a, sobrino/a, etc.) nos hace saber o tenemos la sospecha de que ha sufrido un abuso o una agresión sexual?
- Escuchar al menor o la menor sin juzgar lo que haya hecho y sin hacerle demasiadas preguntas acerca de lo que pasó.
- Mantener la calma cuando el menor o la menor nos esté revelando lo que ocurrió.
- Denunciar los hechos y no contar lo sucedido a demasiadas personas.
- Ponerse en contacto con un profesional que pueda orientarnos en cómo proceder.
Fdo. David Pérez Plata.
Psicólogo General Sanitario.
Bibliografía.
LÓPEZ, F. Y DEL CAMPO, A. (1997a). Prevención de abusos sexuales a menores. Guía para educadores. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos sociales y Amarú Ediciones.
Ojos que no quieren ver. Septiembre de 2017. Save the Children. ANEXO ANDALUCÍA.
Psicólogo General Sanitario – Máster psicología infanto/juvenil.