Dos mujeres jóvenes sentadas al aire libre en un día soleado, sonriendo a la cámara. Uno tiene su brazo alrededor del otro, lo que ilustra su fuerte vínculo. Están en una zona verde con árboles al fondo, lo que encarna la alegría y el apoyo que se encuentran durante la transición adolescente.

PASO DE LA NIÑEZ A LA ADOLESCENCIA: ¿CÓMO LO SOBRELLEVAMOS?

Queridos lectores, hoy os hablamos del cambio que supone para nuestros hijos el tránsito de la niñez a la adolescencia y de cómo los padres, podemos sobrellevarlo lo mejor que podamos.

Normalmente, el tránsito de la niñez a la adolescencia suele coincidir con el paso de primaria a secundaria, aunque evidentemente, este cambio no sucede de un día para otro, ni ocurre de igual forma en unos chico/as que en otras/os.

Lo primero y más latente que los padres podemos observar, son cambios físicos, un mayor crecimiento, las facciones van cambiando y se van asemejando más a las que van a tener de adultos. Estos cambios físicos van unidos también a cambios mentales y emocionales.

Además de los cambios físicos, apreciamos también que aparece el pensamiento crítico, de tal forma que nuestros hijos no se van a creer ya lo que le decimos, sino que van a empezar a tomar decisiones por sí mismos, o se van a dejar influir por amigos.

Todo esto se une a una necesidad cada vez mayor de independencia, por lo que no es extraño que en este primer período adolescente, quieran pasar mucho tiempo en su habitación y no quieran ya acompañarnos, o venir con los padres de vacaciones.

Los adolescentes necesitan también identificarse con algún grupo de referencia y aceptarse a sí mismos, por lo que es característico de esta etapa que empiecen a definir el tipo de música que les gusta, el grupo social que les atrae y quieran vestir o mostrarse al mundo de una forma particular. A partir de esta época es cuando los padres solemos tener problemas de relación con nuestros hijos en cuanto a formas de vestir, necesidad de hacerse piercings, tatuajes etc….aparece por tanto un rasgo característico de todos los adolescentes, que es la REBELDÍA.

 

Pues bien y ….¿Qué podemos hacer los padres ante todos estos cambios?. A continuación os damos una serie de consejos para que llegado este momento, sepamos como afrontarlo de la mejor forma.

 

  1. Antes de llegar a la adolescencia, los padres hemos de haber establecido un correcto apego con nuestros hijos. Esto quiere decir, que hemos de haber sabido actuar ante las necesidades de nuestro hijo/a además de propiciarle todo el amor y el cariño que necesitaban.
  2. Debemos tener una relación cordial y adecuada con nuestros hij@s. A veces, los padres llegamos a la adolescencia de nuestros hijos con “mal rollo”. Muchas veces generado por cosas tan absurdas como por las notas del colegio, porque es desordenado o simplemente porque no hace las cosas como nosotros queremos. En estos casos, hemos de saber que vamos a tener una adolescencia complicada con nuestros hijos, ya que entrar en la adolescencia con una mala relación, va a propiciar que esa relación se torne en nefasta.
  3. Debemos conocer bien a nuestro hij@ antes de entrar en la adolescencia. Esto implica conocer sus gustos, su forma de ser, como son sus reacciones, sus amistades etc… conocer bien a nuestro hij@s va a ayudarnos a prevenir enfrentamientos y a saber gestionar premios y castigos con ell@s cuando sea necesario.
  4. Compartir intereses, buscar actividades de ocio que podamos compartir con nuestros hij@s adolescentes y que gusten y satisfagan a todos, es otro punto a favor que debemos tener en cuenta de cara a su adolescencia.
  5. El último consejo de hoy, que para mí es super importante, es la comunicación. La comunicación con nuestro hij@ adolescente, debe ser bidireccional, sin juzgar ni criticar continuamente, sin forzar lo que nos quieran contar, y sobre todo, respetando sus gustos y opiniones.

 

Espero que estos consejos os sean de utilidad y os recuerdo que tener un hijo adolescente es como si de un día para otro vienen unos alienígenas que se llevan a lo que antes había sido tu hij@, lo transforman, y al cabo del tiempo, normalmente cuando ya tiene entre 18 y 21 años, te lo devuelven de nuevo, volviendo a ser el mismo de antes.

Bromas a parte, intentemos sobre llevar la adolescencia como mejor podamos y recordar, en época adolescente, no malgastéis balas en cosas que no sean estrictamente necesarias, ya que entrar en guerra en época adolescente con nuestro hij@, puede suponer torcer una relación, que va a tardar mucho en restaurarse.

 

 

 

Fdo. Pilar Muñoz Alarcón.

Psicóloga, especialista en Psicología


Sobre la autora:

Pilar Muñoz Alarcón.

Psicóloga General Sanitaria.

Máster Psicología Clínica Infanto/ Juvenil por la AEPC.

Máster sobre intervención ABA en Autismo y otros trastornos del Desarrollo por la BACB (Behavior Analyst Certification Board).

Tutora de prácticum de grado y máster de las facultades de Psicología de Sevilla, UNED y UNIR.

Coordinadora del grupo de Trabajo de Atención Temprana del Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Occidental (COPAO).

Directora del Centro de Psicología Infantil ÁBACO.