Estimados lectores, hoy os queremos hablar de cómo puede influir el ruido en las alteraciones fonológicas a la hora de adquirir del lenguaje. Según la información aportada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo existen cerca de 466 millones de afectados por sordera moderada o severa y se calcula que en los próximos años esta cifra aumentará considerablemente. El día 25 de abril se celebraba el Día Internacional de la Conciencia frente al Ruido, resaltando la importancia de detectar lo antes posible, los signos que nos pueden indicar que existe una pérdida auditiva.
El uso de las nuevas tecnologías hace que cada vez haya más ruido, dando lugar a problemas de audición. El crecimiento de las ciudades y el aumento de estímulos auditivos favorecen que el ruido sea una de las causas más frecuentes de sordera o hipoacusia. En adultos, trabajos como controlador aéreo, camareros y obreros son los más afectados. Sin embargo, según la OMS, las personas que más sufren déficit auditivo son los niños y las personas mayores. El acceso a tablets, móviles, televisión u ordenador puede beneficiar algunos aprendizajes. Los niños de 0 a 6 años son nativos tecnológicos, por lo que debemos aprovechar las nuevas tecnologías para lograr que el aprendizaje sea significativo y eficaz. Sin embargo, es importante hacer un uso adecuado ya que, si no enseñamos a los más pequeños a usarlos de forma correcta, puede ocasionar más inconvenientes a largo plazo que ventajas, como la pérdida auditiva o alteraciones a nivel neurológico.
El 70% de las causas de hipoacusia tiene un origen congénito, es decir, la pérdida auditiva se produce en el momento del nacimiento o después. Puede deberse a factores hereditarios o a complicaciones durante el parto o en la gestación. Sin embargo, actualmente están aumentando los casos entre los jóvenes. La exposición a ruidos de alta intensidad es cada vez más frecuente, sobre todo en los conciertos o por el uso de continuado de auriculares para escuchar música, si no se mantiene el volumen adecuado.
Estas prácticas son muy comunes entre la población y hace que los signos de alerta aparezcan cuando la persona empieza a pedir que le repitan las palabras o no escuchan el timbre, algunas voces o el sonido del teléfono.
Os recomendamos que si detectáis que vuestro hij@ puede tener pérdida auditiva, u observáis que está presentando dificultades en los fonemas a la hora de adquirir el lenguaje, acudáis a un especialista para valorar si puede estar presentando una pérdida auditiva o hipoacusia. Así mismo os recomendamos también que en casa utilicéis un volumen de voz adecuados a la hora de dirigiros a vuestros hijos, intentando evitar los gritos y ruidos fuertes como por ejemplo el de la televisión.
Fdo. Asunción Navajas Santos.
Logopeda/ Especialista en Educación Infantil
Sobre la autora:
Asunción Navajas Santos.
Logopeda. Col/29-1282
Máster ABA. Análisis aplicado de la conducta en autismo y otros trastornos del desarrollo.
Técnico educación infantil.
Actualmente cursando el Máster de Neuropsicología