Estimados lectores, hoy os vamos a hablar de cómo los niños y niñas pueden aceptar los cambios que pueden suceder en un momento determinado de su vida. Cuando hablamos de cambios nos referimos a situaciones como una separación de los padres, un traslado a otra ciudad o país, un cambio de casa o barrio o un cambio de colegio. Y es que recientemente he cambiado a mis hijos de colegio y me gustaría compartir con vosotros mi experiencia así como daros algunos consejos para que esos cambios que vayan a suceder en la vida de vuestros hijos/as, puedan ser sobrellevados de la mejor manera posible.
Un cambio supone una adaptación y una salida de la zona de confort, lo que puede generar estrés y ansiedad, que si no se atiende, puede derivar en una somatización, o una situación emocional negativa.
Los niños pueden manifestar esto de muy diversas formas, por lo que los padres ante los diferentes cambios importantes en la vida de nuestros hijos, hemos de estar atentos ya que algunas de las cosas que pueden generar son las siguientes:
- Dificultades de comportamiento. Un comportamiento mas negativista y desafiante, mostrarse rebelde o saltarse las normas, son algunas de las reacciones que podemos esperar de nuestros hijos/as ante los cambios.
- Los niños pueden reaccionar frente a los cambios con dolencias o enfermedades. Que nuestros hijos manifiesten dolores de cabeza o de estómago, vómitos, o incluso fiebre, también son algunas de las reacciones que pueden suceder ante los diferentes cambios. La piel es un órgano por el que se expresan muchos problemas emocionales, por lo que incluso pueden presentar impétigos o infecciones en la piel.
- Problemas en la gestión de emociones. Estar alterados, llorar con facilidad, reaccionar de forma desproporcionada…. Son también algunas de las manifestaciones típicas frente a los cambios.
- Sentirse más desatentos y desconcentrados son también reacciones que además puede afectar a su desarrollo académico.
- Problemas para conciliar el sueño, despertares recurrentes, pesadillas o terrores nocturnos, son también algunas de las conductas que pueden verse alteradas ante los cambios.
- Igualmente, manifestar problemas con la alimentación o mostrarse inapetentes, serían también otras de las manifestaciones propias ante los cambios.
¿Qué podemos hacer los padres?
- Comunicar abiertamente a nuestros hijos/as como van a ser esos cambios y porque se deben llevar a cabo. El niño/a no debe tener ningún tipo de duda acerca de porque es necesario hacer ese cambio. Aclarar sus dudas y ser sincero con él o ella le ayudará a entender mejor la situación y le aportará seguridad.
- Intentar desde el primer momento establecer una rutina y marcar hábitos para que se acostumbre a los cambios de forma rápida. Evitar las situaciones caóticas, sobre todo los primeros días desde que se ha producido el cambio.
- Hacer una lista con el niño/a de las cosas positivas que ese cambio aporta. Incluso cuando se trata por ejemplo de algo negativo como puede ser una separación, analizar con el niño/a que cosas positivas puede aportar dicho cambio.
- Hablar con nuestro hijo/a, permitirle que nos cuente como está o como se siente ante este cambio, preguntarle y hablarle como padres lo que para nosotros también supone el cambio, son cosas que también podemos llevar a cabo y van a facilitar la adaptación a la nueva situación.
- Ser pacientes con nuestros hijos/as ante estos cambios. Entender que puede que para ellos no esté siendo una situación fácil la adaptación. Dar más cariño, dedicarles más tiempo, jugar con ellos y darles afecto, va a facilitar la adaptación al cambio.
- Permitir que vengan amigos a casa, quedar con la familia, proporcionar actividades de ocio que le hagan sentirse bien, también son cosas que van a facilitar que se sienta feliz.
Esperamos que estos consejos os sean de utilidad y os recordamos que si a pesar de poner todo esto en práctica, el cambio desborda emocionalmente al niño/a o sigue sin adaptarse a la nueva situación. Es necesario solicitar ayuda profesional.
Fdo. Pilar Muñoz Alarcón.
Psicóloga, especialista en Psicología Infantil.
Sobre la autora:
Pilar Muñoz Alarcón.
Psicóloga General Sanitaria.
Máster Psicología Clínica Infanto/ Juvenil por la AEPC.
Máster sobre intervención ABA en Autismo y otros trastornos del Desarrollo por la BACB (Behavior Analyst Certification Board).
Tutora de prácticum de grado y máster de las facultades de Psicología de Sevilla, UNED y UNIR.
Coordinadora del grupo de Trabajo de Atención Temprana del Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Occidental (COPAO).
Directora del Centro de Psicología Infantil ÁBACO.